Olfato, piel y papel
Por Catalina Murillo
Libros para ver y tocar
Vuelta al libro irremplazable, ese al que le separas las páginas y hundes dentro la nariz. Libros infantiles con pop-ups para que metas tus manos e interactúes. El libro-juguete de nuestra infancia, génesis de nuestro amor a la lectura.
Nada iguala a la Naturaleza, nada siquiera se le compara ni compite con ella. Eso de “realidad virtual” es un oxímoron. El éxtasis apabullante de un paisaje tropical nos compele a evocar, imaginar, jugar, sugerir, recrear: estos son los verbos que nos mueven y conmueven.
Celebrar la Naturaleza, es lo que hacemos, homenajearla, por medio de la extensión más hermosa de nuestro cerebro: la imaginación.
El autor
Bióloga conoce filólogo: la unión se dio y nací yo. Mi fascinación por eso que llamamos Naturaleza no tiene fecha inicial y el final será acaso el día que me funda con ella.
Nací a la vida y, tras la explosión de los sentidos –o al mismo tiempo- vinieron las palabras, a dar sentido.
Sentido y sensorialidad: en algún punto se unen. A ese encuentro le llamé Sipidipi.
¿Por qué Sipidipi?
Porque suena lindo, ¿verdad?